República Dominicana
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Historia de Republica Dominicana
La historia de Republica Dominicana nos cuenta que la isla de Santo Domingo fue ocupada en 8 períodos migratorios antes de la llegada de los europeos. Estos pueblos provenían de América del Sur, específicamente de las cuencas de los ríos Orinoco, Xingú y Tapajós (situados en Venezuela el primero y en Brasil los restantes), y de las Guayanas, que fueron migrando por vía marítima de isla en isla, de las Antillas Menores a las Mayores.
Escultura los indios Tainos que habitaban República Dominicana
Los más antiguos pobladores de las Antillas tenían una cultura muy rudimentaria; fueron recolectores, pescadores, cazadores y no practicaban la agricultura. Usaban instrumentos confeccionados con conchas y huesos de algunos animales y llegaron a pulir la piedra para fabricar objetos, armas y utensilios.
Este grupo es denominado Arcaico (o Pre-Cerámico, por la ausencia de alfarería) y probablemente llegaron a la isla alrededor del año 3000 a. C. A la llegada de los europeos, los arcaicos solamente se encontraban en el extremo occidental de la península Tiburón de Haití y en el occidente de Cuba, donde eran llamados Guanahatabeyes. Los taínos los llamaban siboney (también escrito ciboney), voz que significa «hombre que vive entre las piedras o las rocas» (ciba, piedra; igney, hombre). La segunda oleada migratoria corresponde al grupo arahuaco pretaíno conocido en las Antillas como igneris, relacionados con el estilo saladoide de las costas venezolanas. Su alfarería llegó a ser la más elaborada de todas las Antillas. Los igneris no ocuparon el interior de la isla ni llegaron a Cuba ni a Jamaica. Fueron desplazados por la tercera oleada migratoria: los taínos, que llegaron alrededor del siglo vii de nuestra era.
Independencia
En el este también se inicia un proceso revolucionario contra el dominio haitiano encabezado por liberales, entre ellos por Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. Se funda el movimiento clandestino La Trinitaria el 16 de julio de 1838 y cuando Charles Hérard llega al poder, comienza su persecución. Para esta época había grupos que querían la anexión a Inglaterra, Francia o España, todos lo cuales se anteponen a las ideas independentistas de los trinitarios.
Incluso con Juan Pablo Duarte ausente, en 1843 los trinitarios no cejaron en sus acciones y en continuar luchando por la causa de la libertad del país. Rosario Sánchez, Mella y Vicente Celestino Duarte dirigían a los trinitarios, quienes casi sin recursos hacían circular las ideas en hojas manuscritas, para organizarse y sumar adherentes a las ideas separatistas.
Bandera usada por los trinitarios para declarar la independencia en 1844.
El 16 de enero de 1844, Tomás Bobadilla y Briones redactó la Manifestación de los pueblos de la Parte Este de la Isla antes Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República Haitiana, en la que se enunciaban las causas de su separación de Haití. Este documento sería la ley que regiría la república recién proclamada hasta que se promulgara su constitución el 6 de noviembre.
Francisco del Rosario Sánchez tomó el liderazgo en la guerra por la independencia dominicana tras la ausencia de Juan Pablo Duarte.
Matías Ramón Mella, encargado de dar el trabucazo de libertad la noche del 27 de febrero de 1844 en la Puerta de la Misericordia.
La noche del 27 de febrero de 1844, se congregaron poco a poco pequeños grupos de patriotas que provenían de las distintas zonas de Santo Domingo. El comienzo de la acción separatista radical fue indicado por un “trabucazo” disparado por Mella en la Puerta de La Misericordia, y que fue oído por una gran parte de los habitantes de la ciudad.
La noche del martes 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde, la República Dominicana fue proclamada por Francisco del Rosario Sánchez, jefe del movimiento tras la ausencia de Juan Pablo Duarte, Tomás Bobadilla y Briones, representante de los conservadores, Matías Ramón Mella, Manuel Jimenes, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte, y otros.
Ese 27 de febrero, se izó la bandera dominicana en la Puerta del Conde y, bordada por Concepción Bona y María Trinidad Sánchez, ondeó en la ciudad de Santo Domingo. La bandera había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de julio de 1838 en La Trinitaria, donde se definieron los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo Estado.